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La Ley de identidad 26743 fue sancionada el 9 de mayo de 2012 en Argentina. Es una normativa pionera para repensar las posibilidades de existencia de las personas trans, travestis, no binarias, lesbianas, maricas y de todas las personas que no se sienten cómodas con la imposición cultural del binarismo de género.

Se trata de una ley que, además, se constituyó como la base para resignificar las experiencias personales y colectivas en territorios, fronteras y tradiciones concretas, aunque todes comparten la identidad de género como derecho humano. Con 55 votos afirmativos, ninguno en contra y una abstención, el Senado convirtió en ley el 9 de mayo de 2012 el proyecto militado durante años por las organizaciones del colectivo travesti trans.

La promulgación de la Ley N° 26.743 manifiesta un derecho, pero sobre el cual hay que luchar cada día para que sea implementada en todas las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales. Al mismo tiempo que no borra la violencia estructural e histórica que atraviesan las personas trans. A lo largo de estos diez años, la desinformación y la discriminación principalmente del sistema educativo, de salud y laboral siguió profundizando las diferencias.

A partir de esta Ley se desprenden otros hitos como la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans “Diana Sacayán – Lohana Berkins, sancionada el 24 de junio de 2021, que multiplicó por 10 el incremento de puestos de trabajo para el colectivo. También, el Decreto 476/2021 que permite incorporar la opción “X” en el campo destinado al sexo, para correrse del esquema binario de “femenino” y “masculino”. No obstante, es insuficiente, ya que no todas las personas se identifican con una “X”, “M”, o “F”.

La ley es una herramienta y sobre la cual podemos seguir construyendo una sociedad más igualitaria, con perspectiva de género y derechos para todes.